miércoles, 4 de mayo de 2011

Bookends.

Acabo de salir de mi última clase de la carrera. Una última visita al salón 618 del CIAP para revisar algunas calificaciones, pero lo más importante, para entregar el trabajo final del semestre. Esta pequeña tesina de 86 páginas es probablemente la investigación más extraña, extensa y exhaustiva (exexex) que he tenido que hacer en mi carrera. Por eso tiene sentido que entregarla en la última clase del semestre sea mi último deber como estudiante de Relaciones Internacionales.

Cuando inicié este extraño recorrido no estaba segura de estar haciendo lo correcto, sólo me parecia una buena opción considerando que siempre me habían gustado los eventos actuales, y más de una vez me había preguntado por qué pasaban las cosas y que significaba todo eso que a veces puedes ver en las noticias, pero que no se discutirá en profundidad.

Creo, creeo, que no me equivoqué. La verdad creo que en general disfruté mucho mi carrera, aunque no faltaron momentos en los que me cuestioné si en verdad estaba haciendo lo correcto. Los momentos de estrés abundaron, pero creo que más comunes fueron los momentos en los que sentía que tal vez no tenía lo que se necesitaba.

Todavía no estoy segura de eso, pero las cosas han cambiado mucho en 5 años. Hoy, en clase y frente al salón, una de las profesoras que más dolor de cabeza me causaron, hablaba sobre como le parecía sin sentido que yo hubiese calificado con una nota baja un material de ensayo en el que ella encontraba sentido, coherencia, buen planteamiento y desarrollo. Mientras ella decía todo eso una parte de mí cerraba un ciclo. Ahí estaba, alguien que más de una vez al inicio de la carrera rápidamente apuntó mis carencias intelectuales, tratando de decirme que tal vez no era un completo caso perdido.

No se que sigue ahora. No puedo ni pretender tener la capacidad de visualizar los siguientes meses y años de mi vida. Y la verdad hay aspectos de mi vida que me inquietan en su ausencia, pero ahora tengo que creer que por lo menos tengo algo en lo que pueda contar. No pudo decir exactamente que es, pero quiero pensar que será el resultado de la combinación de mis gustos, ambiciones y habilidades. Sólo espero no traicionarme a mi misma.

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