Nobody helps a liar.
Hoy, con el fin de terminar con un pedazo de drama que me ha estado acosando por los últimos meses, decidí mentir (una vez más) y desviar la atención de ciertas personas sobre cierto aspecto de mi vida, de lugar geográfico, nombre y aspecto.
O eso fue lo que quise decirme a mi misma. Mientras pronunciaba cada palabra mi cerebro se enorgullecía del perfecto plan para engañar a todos, y a la gran capacidad psicópata que parecía poner en práctica en ese momento.
Tristemente para mi orgullo, y el de mi cerebro, poco me tomo darme cuenta que lo que estaba diciendo no era mentira. Ahora veo que lo que estaba diciendo es una verdad que no había expresado a nadie de manera tan clara y directa, creo que ni a mi misma.
Y ahora, como un pequeño ciervo asustado en medio del bosque, no se que hacer. Lo más triste es que no es ninguna revelación que altere el curso de la historia de nadie ni de nada, pero sí es algo que me molesta y me condiciona. Pone a prueba mis capacidades emocionales (en un sentido que sorprendería a muchos y a otros no tanto, a mi paciencia, pero más que nada, a mi "set of values" por el que vivo y he vivido por mucho tiempo.
Eso y además como que me estan dando ganas de ir a mi graduación en diciembre :C
miércoles, 27 de enero de 2010
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