Aceptémoslo, soy malísima para escribir. Y soy peor para escribir opiniones, porque siempre siento que las estoy fundando sobre el aire y que caerán al primer soplido. También hacen que me sienta culpable de mis razones, y de lo que digo en sí, pero sobretodo hace que me de miedo de los ladrillos que lanzaran los hooligans.
Pero si hay algo que tengo que decir, y que Jebus me ayude, es que estoy ciertamente cansada de las repentinas reacciones. Es tan fácil salir en defensa "del pueblo", acusar a los diferentes niveles de gobierno, quejarse de la inseguridad, de la economía, de los impuestos, etc. Pero después complementarlo con la defensa de la impunidad, la justificación de la corrupción y la rendición a que "así son las cosas".
Me molesta la falta de iniciativa. Las ideas, que tanto nos hacen falta. Si no te gusta, quéjate, pero también propón alternativas. Si algo me quedo claro en las pasadas elecciones es que somos capaces de expresar nuestra inconformidad y recurrir al voto invalido, pero nos falta algo para poder alcanzar ese algo que está más allá de lo rutinario, y entender los cambios y sacrificios que se hacen falta.
Tristemente la idea del cambio ha quedado rezagada, catalogada como una herramienta partidaria, pero es una lógica tan simple que no se puede olvidar. Detrás de todo buen cambio hay buenas ideas, y en serio me gustaría ver que los gritos inteligibles se transformaran en voces inteligentes, informadas, que reflexionan y tienen algo más que ofrecer que sarcasmo.
Ouch, creo que eso último fue un auto-ataque. Tal vez.
Pero si hay algo que tengo que decir, y que Jebus me ayude, es que estoy ciertamente cansada de las repentinas reacciones. Es tan fácil salir en defensa "del pueblo", acusar a los diferentes niveles de gobierno, quejarse de la inseguridad, de la economía, de los impuestos, etc. Pero después complementarlo con la defensa de la impunidad, la justificación de la corrupción y la rendición a que "así son las cosas".
Me molesta la falta de iniciativa. Las ideas, que tanto nos hacen falta. Si no te gusta, quéjate, pero también propón alternativas. Si algo me quedo claro en las pasadas elecciones es que somos capaces de expresar nuestra inconformidad y recurrir al voto invalido, pero nos falta algo para poder alcanzar ese algo que está más allá de lo rutinario, y entender los cambios y sacrificios que se hacen falta.
Tristemente la idea del cambio ha quedado rezagada, catalogada como una herramienta partidaria, pero es una lógica tan simple que no se puede olvidar. Detrás de todo buen cambio hay buenas ideas, y en serio me gustaría ver que los gritos inteligibles se transformaran en voces inteligentes, informadas, que reflexionan y tienen algo más que ofrecer que sarcasmo.
Ouch, creo que eso último fue un auto-ataque. Tal vez.
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