martes, 8 de diciembre de 2009

Disimulo

Supongo que hay cosas que no se pueden disimular. El frío es una de ellas; me parece imposible mantenerme quieta cuando tengo frío, estaré temblando un poco, mi nariz me delatará, y mis manos serán la evidencia más clara.

El hambre es un poco más sencilla. Puedo estar muriendome por comer algo, pero si no es el momento, sea por educación o por posibles terribles consecuencias causadas por los nervios, es considerablemente sencillo saltarse una comida o dos.

Yo solía creer, en algun momento, que la tristeza era la cosa más facil de disimular, siendo la felicidad lo más sencillo de fingir. Una sonrisa aquí, un chiste por acá, y tienes un humor alegre y radiante, o algo así.

Pero ahora estoy segura de que estaba equivocada. La tristeza es lo más difícil de disimular, y para ser delatado no se necesita más que la mirada. Puede haber una sonrisa, varios chistes y mucho sarcasmo, pero los ojos siempre van a delatar la tristeza. Las razones, afortunadamente, siempre serán más un poco más complicadas.

La verdad, me pone más triste no poder disimular mi tristeza. Me regresa ese sentimiento de que no tengo control sobre muchas cosas, incluyendome a mi misma, y hace que quiera poseer una buena capacidad de convencimiento. Pero lo cierto es que no lo tengo, y eso tampoco se puede disimular.

Supongo que un par de semanas para estar triste no caen nada mal, y hasta son saludables de vez en cuando. Estas serán las mías, y con un poco de suerte, todo volverá a la normalidad en poco tiempo. Normalidad... whatever that means.

No hay comentarios: