Este año, de cierta manera creo que me estoy saltando navidad. El próximo sabado me voy a Dallas y después a Omaha y, contrario a la canción, I won't be home for Christmas.
Esto me alegra. La navidad nunca ha sido nada extra especial para mi. Cuando era niña recuerdo que Santa nos traía regalos y toda la parafernalia, pero nunca se sintió bien. Si bien me creo una persona demasiado materialista, nunca me han causado gran emoción los regalos navideños, ni gusto. No en las condiciones en las que se vive, o en las que yo vivo, por lo menos. Yo quería pasar esta fecha con las personas que en verdad me querían, y el estar con familiares a los cuales no les importa un comino mi bienestar nunca fue agradable. Y sí, sí lo sabía desde entonces.
Creo que el pino de este año es el mejor que se ha puesto en mi casa, pero no es más que un adorno. Igual para mi la celebración en sí, y su conotación religiosa, no significan nada.
En vez de atormentarme con todo esto, este año me iré a ver a uno de mis artistas favoritos a un lugar con un invierno de verdad, y con algo de suerte, nieve. Huzzah!
Veremos que pasa el próximo año.
1 comentario:
a mi me gusta la navidad, pero cada vez menos y menos... lo que dices de la familia es muy cierto, creo que si yo pudiera pasar las fiestas con personas a quienes quiero de verdad, cambiaría toooodo
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